martes, 25 de enero de 2011

iPod ¿Mini?

El iPod Mini, hoy tristemente retirado del mercado, se lanzó como miniaturización de los primeros iPods. A este modelo siguieron el iPod Micro -también fenecido- y el actual iPod Nano.

Si tienes un iPod Mini guardado en un cajón sin darle uso, sepas que eres más que un canalla: Este cacharro maravilloso es, posiblemente, el iPod más tuneable de todos los hermanos de la estirpe manzanosa.

Para empezar, uno de los tweaks más conocidos en el orbe es el de sustituir el disco duro interno -un IBM MicroDrive de 2 o 4 GBytes, dependiendo del modelo- por una memoria CompactFlash del tamaño máximo que tu bolsillo pueda costear. El cambio no supone ninguna dificultad ya que el conector encaja perfectamente en el de la CompactFlash y te permite, además de incrementar el almacenamiento, ahorrar batería ya que el consumo de la tarjeta de memoria es inferior al del Microdrive de serie.

Hasta aquí nada nuevo, esto lo ha hecho ya hasta el Tato. Lo emocionante empieza cuando hablamos de mejorar ostensiblemente -repito, ostensiblemente- la calidad del sonido que este dispositivo es capaz de generar. Este proceso requiere unos pasos previos y un compromiso cuyos puntos resumo:

  • Olvida los formatos de compresión de audio con pérdida: Si quieres que el iPod te dé lo mejor de él dale lo mejor de ti, quid pro quo. En este sentido lo mínimo admitido es el formato Apple Lossless que es el que el firmware de serie del iPod soporta. Para reproducir formatos como wav y flac tendrás que recurrir a un cambio de firmware, por ejemplo usando RockBox. Por propia experiencia puedo asegurar que el lossless de Apple se escucha suficientemente bien para tomarlo en consideración como opción sin meterse en berengenales de cambios de firmware.
  • Puesto que los archivos sin pérdida ocupan bastante más que los típicos mp3, considera seriamente sustituir -si no lo has hecho ya- el Microdrive por una CompactFlash gordota.
  • Este no es obligatorio pero ya que vas a abrir el iPod para cambiar el Microdrive, considera cambiar también la batería. Estos cacharritos no se diseñaron para estar abriéndose cada día y, cuantas menos veces lo hagamos, tanto mejor.
Y ahora al meollo: ¿cómo mejorar el sonido?... Eso no lo explico ahora, que mañana tengo que levantarme tempranísimo.

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